miércoles, 30 de mayo de 2012

La cuñadita


Rocío García Pérez
Taller de Comprensión y Producción de Textos II


Los días están pasando rápido, demasiado. Ya va a ser quince de enero y el mensaje lo leí a la madrugada del primero, en pleno año nuevo. Desde aquel momento no paro de enroscarme la cabeza.
La novia de mi hermano, Luli le suele decir él habitualmente, Elisa cuando está enojado; es una pendeja bastante jodida. Con apenas quince años, dos menos que Francisco, mi hermano, lo maneja como quiere.
De entrada no me cayó bien y a mi viejo tampoco. Mi mamá es un amor asique hizo lo imposible para aceptarla. Pero la verdad es que desde que mi hermano empezó a salir con ella cambió bastante todo.
Yo siempre traté de tolerarla y de acercarme a ella, pero parece que de su parte no había interés. Decidí ignorarla y dejar de hacerme problema. Pero el día en el que leí aquel mensaje me agarró mucha bronca.
Le había dicho a mi hermano que yo era una “putita” y no sé cuantas cosas más. “Pibita insolente” pensé yo, no sabe ni levantarse los calzones y viene a hablar mal de mí, cualquiera. Pero al rato me calmé y recapacité, es una pibita, justamente. No valía la pena hacerse problema.
Decidí que la invitaría a ver a Ricardo Arjona para limar asperezas. Ella lo ama y me va a decir que sí de una. Nos teníamos que encontrar a las nueve de la noche en la puerta del Ruca.
Ella fue, obvio, yo también, pero estaba en la esquina de en frente, viendo cómo me esperaba. Nunca fui a su encuentro. En mi lugar fue una traffic blanca con vidrios polarizados que se la llevó.
Ya pasaron cinco días. Están todos como locos. Creo que me fui un poco al carajo, pero se lo merecía. Por supuesto que los muchachos cuidaron bien de ella, no soy tan mala.Me parece que los voy a llamar, ya es hora de largarla, espero que haya aprendido la lección.

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