martes, 1 de noviembre de 2011

Rueda histórica

Florencia Zelaya
Taller de Comprensión y Producción de Textos II


A lo largo de la construcción de la historia y de la identidad, nuestro país padeció, entre otras cosas, grandes enfrentamientos políticos, culturales y sociales en los cuales se repitieron los mismos patrones: violencia y represión.
Trazando una línea temporal cuyo origen se encuentra en 1880, se puede advertir como la represión por parte de la clase hegemónica hacia la clase popular o subordinada, dejó huellas que se repitieron una y otra y otra vez hasta la actualidad.
Durante el gobierno de la generación del ’80, desde Roca hasta Victorino de la Plaza, utilizaron la fuerza para “callar” la voz del pueblo y de todos los que pensaban diferente. Llevando como bandera el lema “civilización versus barbarie”, justificaron la matanza llevada a cabo en la “campaña del desierto”, como así también La ley de defensa civil-entre otras medidas arbitrarias- sirvió para oprimir y excluir a los que pensaban en otro modelo de sociedad.
Dando un salto hacia el periodo 1916-1930, es decir la era radical, por un lado se observa la inclusión de la democracia para todos, y no sólo para la elite. Sin embargo, a pesar de esta evolución en social, se lamentaron muertes, violencia y detenciones en la famosa “semana trágica de 1919 y La Patagonia rebelde. Éstas, son sólo dos de las situaciones en las cuales los obreros –los pobres- pedían lo que les correspondía y que –con aval del entonces presente-terminaron siendo luchas sangrientas.
Uno de los periodos violentos por excelencia de la historia Argentina si dudas fue la “Década infame”. En esos años era riesgoso hasta respirar. Todos los mandatarios que estuvieron al frente durante esos trece años llevaron la represión como bandera.
Por último, el peronismo no queda exento de esta categoría. Si bien el carisma de Perón y el gran avance que logró en las condiciones de vida de la clase obrera son indiscutibles, también hay que tener presente, que durante el periodo de gobierno peronista, muchos opositores fueron perseguidos y reprimidos. Un claro ejemplo de esto, fue el radical Ricardo Balbín.
En fin, desde su nacimiento hasta nuestros días, la Argentina tuvo avances, evoluciones e involuciones en cuanto a política y sociedad. Los diferentes gobiernos trataron de sacar adelante al país a través de sus modelos y estrategias. Pero en todo ese proceso hay un patrón cíclico que se repite constantemente: la violencia y represión hacia los “diferentes”.

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