lunes, 30 de agosto de 2010

Periodismo objetivo vs. periodismo comprometido

Por Bruno Breccia
Taller de Comprensión y Producción de Textos II
Año 2010

El periodismo en la Argentina de hoy circula sobre una dura disyuntiva influenciada por la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobada en 2009.
Existen dos caminos éticos claramente marcados en el espectro comunicacional, estar a favor o en contra de la ley. Cada elección personal - por el sí o por el no – caratula al periodista de oficialista u opositor al gobierno nacional.
Teniendo en cuenta la monopólica distribución de los medios en la Argentina, estar a favor de la nueva ley supone una especie de suicidio profesional: los programas que se emiten por los medios pertenecientes a los grupos hegemónicos no te contratan – salvo preciosas excepciones – y las chances de aparecer en TV, radio o publicar en la prensa escrita se reducen considerablemente.
Este problema no afecta sólo a los periodistas, incluye también actores, músicos o cualquier otro sujeto social que precise visibilidad en los medios para difundir su obra.
En cambio, los periodistas opositores a la ley y al gobierno no enfrentan problemas de propaganda, económicos y/o laborales, pero sí un debate ético. Esa pelea se basa en el dilema de ser comprometido, honesto y objetivo vs. mantener un estándar de vida cómodo, status en el establishment elitista y el discurso pedante, repetitivo y poco sesudo que escupe sobre la ley de medios y, en realidad, sobre toda propuesta que provenga de la Casa Rosada.
Para el experimentado periodista de Canal 7, Orlando Barone “los periodistas son como peces y existen dos tipos: aquellos que sobreviven en un mar revuelto con poco alimento y sufren una vida dura, y los otros que viven cómodamente en un acuario con buena alimentación pero sin libertad”. No existe mejor manera de explicar este conflicto que con esta frase esclarecedora.
Durante los últimos dos o tres años surgieron programas televisivos que se dedican a criticar, ya no en forma directa a políticos sino a otros programas periodísticos, intentando desenmascarar los intereses del medio, la falta de responsabilidad profesional y la mentira en su máxima expresión, utilizando archivos audiovisuales para sostener su posición.
Sin duda este tipo de programas –tal es el caso de 6, 7, 8 – le han servido a la sociedad para darse cuenta de con qué cuidado se debe procesar la información recibida, cuánto indagar en ella y saber quién está detrás de esa interpretación de la realidad.
Sin lugar a dudas, era necesario ya hace tiempo, que se ponga en el tapete el asunto mediático, la distribución del poder y el derecho a la información para lograr una mayor libertad de expresión, facilitar el acceso a los medios y así afianzar aún mas a nuestra democracia permitiendo que se escuchen mas voces y puntos de vista.
Bajo este conflicto e intereses se sitúa el periodismo de hoy en Argentina y también en otros lugares de Latinoamérica que fueron “contagiados” por la ley local, como es el caso del gobierno e Lula Da Silva, en Brasil, quien impulsa una norma muy similar a la argentina contra el monopolio mas grande de Sudamérica, la Red O Globo.

1 comentario:

  1. Excelente reflección, además se sintetiza perfectamente la situación nacional con respecto a la Ley, mis felicitaciones!

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