jueves, 13 de mayo de 2010

EL 26

Por Enzo Vaccaro
Taller de Comprensión y Producción de textos II
Año 2010

Mientras Beruti volvía al interior de su hogar a calentar más agua, French salió a la calle.
- Voy a hablar con Mariano - afirmó desde la vereda.
El otro día encontró las calles más secas, y al tendero abriendo su local, esperando otro día donde sastres y costureras de la alta sociedad compren sus telas. El invierno se acercaba y, con él, las ganancias.
Encontrábase esta persona reflexionando tales cosas cuando apareció un sujeto muy particular. Cojeaba al caminar y ostentaba un traje con un estilo inglés, refinado pero un tanto pasado de moda. Su cara denotaba enojo y entró a la tienda pisando fuerte.
- ¿Es usted un patriota? - preguntó de forma agresiva.
- Claro que lo soy hombre, ¿por qué pregunta eso? - respondió con desconfianza el tendero.
- Porque usted está queriendo traicionar la revolución, y no podemos seguir sometidos al yugo de la corona.
- ¡Eso es un calumnia! ¡Jamás haría eso!
- Entonces, ¿por qué busca una recompensa económica para su aporte a este proceso? ¿De qué lado está?
- Del suyo hombre, sólo quiero lo que me corresponde.
- A usted no le corresponde nada más que la muerte - remató el invasor, al tiempo que extraía un arma.
- Deténgase, ¿qué hace? - suplicó el tendero.
- Defiendo mi patria.
Se escuchó un disparo en la calle. El sujeto salió, ya sin cojear, y corrió hacia el carruaje que esperaba en la esquina.
La gente alrededor miró sin comprender, y el tendero se arrastró fuera del lugar, sangrando en el pecho. Nadie dijo nada, nadie lloró ni nada pasó.
Y el cuerpo ya estaba frío.

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