martes, 18 de mayo de 2010

Tu espacio, mi espacio, nuestro espacio

Por Rosario Juárez

Taller de comprensión y producción de Textos II

Año 2010


Antes de que llegáramos, la plazoleta estaba vacía, en el más absoluto silencio. No había en sus juegos ningún niño riendo, ni grupos de chicos sentados conversando sobre el frío y húmedo pasto que cubría el terreno. La barbarie se manifestaba a través de lo que alguien nos hizo creer que el civilización: el silencio, el orden, la pulcritud.

Las hamacas no se movían; la calesita, ya casi oxidad, no tenía quién la hiciera girar. Todo se hallaba estanco, inútil, aburrido. Lo pintoresco que podía llegar a parecer que este pequeño espacio fuera para “la recreación”, carecía ya de sentido sin cumplir ese fin.

La barbarie es el silencio, el aislamiento, la no participación y ocupación de nuestros espacios colectivos. Barbarie es creer que el orden lleva al progreso,


UTOPÍAS

Ingresar por primera vez a la facultad puede resultar, para muchos, un verdadero caos: mesas, carteles y remeras de diferentes agrupaciones parecen copar cada uno de los rincones. Habrá gente, y seguro que la hay, que creerá que todo esto es una barbaridad.

Sin embargo, sin importar cuáles sean los colores que identifiquen a cada estudiante agrupado, todos creen que la realidad social, cultural, educativa; es transformable. Se organizan en base a esos objetivos y para ello trabajan.

En base a esto, la civilización es la movilidad, las esperanzas, las utopías. Ser civilizado es creer en algo y organizarse para lograrlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario