María José
Venegas
Taller de Comprensión y Producción de Textos I
La consigna
es “crear un relato de marcianos”. Alrededor, todos mis compañeros están
escribiendo, miro la hora y son las
19:45, aún falta para irnos y no se me ocurre qué historia inventar. En el aula, llegamos a un punto en el que solo se escucha el lápiz trazando letras sobre el
papel, todos se concentran menos yo. De pronto, una idea se me viene a la
cabeza, la empiezo a desarrollar y mi ojo derecho capta algo desde el patio, es
luz, una luz muy fuerte. Alzo la vista y
eran las luces que se estaban enciendo para iluminar el patio.
Escucho un
sonido emerge desde las afueras de la facultad, es de vidrios quebrados, me levanto
y mis compañeros también. El profesor Ariel sale de la sala a ver qué pasa pero
cuando abre la puerta un viento tibio nos envuelve. Miro alrededor y en la
ventana ahora hay una luz intensa que ilumina todo. Viene del patio al igual
que el sonido de vidrios quebrados que se intensificaba, creo que solo una
mirada entre nosotros bastó para evacuar la sala, Josefina decía que nos
mantuviéramos en calma, no se sabía que era, quizá extraterrestres pero hablamos
tanto del tema en clase que lo descartamos.
Salimos de
la sala en tranquilidad y el ambiente era de dispersión, los pocos alumnos
representantes de las agrupaciones estudiantiles se reunieron “están en
asamblea para votar si son extraterrestres o un atentado de otra agrupación
disconforme con la medida de baños mixtos” me dijo Nicolás, un compañero de la
clase. Le pregunté a otro compañero militante del PKU, qué pasaría si era lo
primero y este dijo que harían una alianza extraordinaria para recibirlos reemplazando
los carteles ya existentes por un “Bienvenidos a la Facultad de Comunicación
Social de la UNLP”. Bueno, al menos hay
mucho papel me dije a mí misma y salí al patio a fumarme un cigarrillo.
Estaba en
eso cuando todos miran al cielo diciendo ¡MIRAA¡, hice lo mismo y vi una esfera cristalina
hermosa y multicolor, era como del tamaño de un aula. Descendió lentamente
hasta llegar al piso y en ese momento el Alcornoque detuvo los sonidos de
vidrios quebrados, porque durante el tiempo en el que me fume el cigarrillo, deduje
que el sonido venía desde ahí. La esfera aterrizó y abrió una puerta multicolor
de la que salía olor a incienso. Todos nos paramos delante mientras uno que
otro preparaba mate para capear el frio, creo que todos esperábamos que bajaran
seres de formas extrañas como en las películas gringas.
Sin
embargo, era un humano y bastante singular, pues yo lo reconocí apenas lo vi ya
que durante el tiempo que estuvimos en clase viendo los videos entró a la sala
y quería quedarse viendo la película o contar un chiste, pero el Profesor le
dijo que volviera unos minutos más tarde, y vaya que se lo tomó en serio,
volvió más tarde y con su nave, Unos lo saludaban pero otros lo miraban con una
extrañeza de otro planeta. A todo esto, parecía muy raro pero en las casas de alrededor
de la Facultad nadie apareció, era como si no estuviese pasando nada. De todas
formas estábamos dejando registro de todo, algunos aprovecharon la oportunidad
para hacer sus trabajos de Producción gráfica I, el T.P 14 donde se debía
“cubrir un evento de dimensión”, quizá esto “me exima del parcial” me decía mi
amigo Gustavo, pero yo no lo creía, porque ¿Cómo haría la cita directa? Si
nuestro extraterrestre parecía no querer hablar con nadie.
Lo
destacable de esta situación era que a diferencia de las películas la
tecnología no dejaba de funcionar, al contrario conseguí la notebook a un
compañero y este tenía más señal que de
costumbre, así que aproveché a conversar con mis amigos de Chile para contarles
lo que sucedía.
Eso
fue solo un momento porque luego volví al lugar donde estaba la nave y el
extraterrestre, que ahora no estaba solo. Durante el momento que me perdí otros
seres que sí eran diferentes habían bajado al patio de la facultad, su
aspecto es viscoso y anaranjado, su
frente muy amplia con tres ojos, en el
resto de la cara no hay nada, solo dos orificios que creo que son una especie
de nariz, su estatura muy alta y su figura se parece más a una guitarra, porque
de la parte del mástil es donde aparecía la cabeza, dos brazos con dos dedos y
piernas sin un tronco de por medio.
Esto
nos asustó, ya que miré al resto y veo que todos retroceden, parece que lo
extraño siempre nos provoca algo más que curiosidad, creo que lo mejor es
alejarse y esconderse, por lo que camine hacia el costado de la Facultad donde
quedé resguardada junto a otros estudiantes y trabajadores de la Universidad.
Desde nuestro refugio observamos la situación, el primero que había descendido
se dirige ahora al interior de la Facultad directo al tercer piso por lo que
vemos nosotros a través de las ventanas, el resto de los acompañantes se quedan
alrededor de la nave, cuidándola al parecer. Es en estos momentos cuando pienso
que alguien hará algo estúpido y así es, un compañero tomó una foto y de inmediato
fue reducido. Al parecer al no tener boca estos seres se alimentan a través de
la vista.
En
un parpadeo el extraterrestre le quita los colores a nuestro compañero, lo deja
blanco y negro, y además inconsciente, el resto huye para todos lados pero los
extraterrestres no se alteran, sacan una pequeña esfera en la cual se comienza
a escuchar “Goodbye Blue Sky” de Pink Floyd y todo se mantiene en suspenso. Eso
hasta que vuelve a aparecer el primer ser que había descendido de la nave, con un CD entre sus manos. Yo miro al
profesor Ariel que está un poco más lejos de mí, y escucho que le dice a otro docente “se
lleva el material que vimos hoy con los chicos”.
Finalizada
la misión, los extraterrestres vuelven a la esfera, Pink Floyd deja de
escucharse y pareciera que todo vuelve a la normalidad. No obstante, habían
varios damnificados con la experiencia. El primero fue el compañero que perdió
sus colores y estaba inconsciente yo lo miré y no reaccionaba, escuché tras de
mí un Guardia edilicio que traía entre sus manos un papel. Nos dijo que los
extraterrestres habían dejado un papel de ayuda, para devolverle los colores al
compañero debíamos dejarlo cinco hora en el Alcornoque, luego de eso se
recuperaría, la condición era que todos debíamos estar cerca de él. ¿Se
quedarían todos? Difícil pero nos reunimos y entre conversaciones estábamos
hasta ahora en una vigilia que parecía haber saldado algunas diferencias entre
varios, inclusive las agrupaciones políticas se veían en consenso, parece que
fuera una lección, pero no lo sabremos hoy porque aún nos queda una hora y
media para terminar la vigilia.