miércoles, 14 de julio de 2010

La memoria



Por Ramiro Valenzuela
Taller de Comprensión y Producción de Textos II
Año 2010


Catriel abonó el boleto con cambio y atravesó Constitución hasta llegar al tren. Nadie lo fue a despedir, por lo que subió al peldaño sin mirar atrás. La vida de Buenos Aires se le había escapado de las manos y había alterado su sinapsis llevándolas a un punto de nulidad casi absoluta. Era un ente vestido de humano mirando como pasaban las villas cada vez más rápido por la ventana del tren.
La noche se avecinaba y comió una barra de cereal que llevaba en uno de los bolsillos de su chaqueta. Después tocó la guitarra y cantó a la luna como presa del deseo universal, hasta que un pasajero le pidió silencio. Catriel guardó la guitarra, se acomodó entre sus trastos y encendió un cigarrillo como acostumbraba para anunciar el sueño.
El sol comenzó a calentar el vagón y despertó al viajero que transpiraba bajo la campera que lo abrigaba.
Acomodó su bolso porque, según su criterio, al ver los paisajes llenos de arboles cargados de peras y manzanas, el destino era inminente. Estaba muy impaciente por llegar, el primer paso en las tierras andinas marcaría para él, un nuevo comienzo en su vida.
Cuando el tren anunció su llegada, Catriel ya estaba colgado del andamio a punto de saltar. Cuando bajó, sintió que el tiempo se detenía y que sus pulmones explotaban al respirar el oxígeno que abundaba.
Miró al cielo y observó un gran pájaro que se deslizaba por los aires y deseó ser como el. Preguntó que animal era y le contaron sobre el cóndor, mitos y leyendas que lo condujeron a continuar viaje hacia la cordillera en busca de una cercanía con tan bellas aves.
El destino y el tiempo lo condujeron hasta lugares remotos, que lo envolvían en fríos y alturas, pero también en imágenes, aromas y aires.
Cuando al fin llegó a una determinada montaña, se encontró con un viejo Lonco que vivía aislado hace ya muchos años. Este le dio leche de cabra y ñaco y se ofreció a enseñar el camino para convertirse en Cóndor.
Catriel, día a día aprendía más, y su conexión con la tierra estaba a cada momento más afianzada. Hasta que una mañana se encontró solo. El Lonco se había ido y era la señal de que el momento había llegado. Se paró en la cima más alta y se tiró al vació con los brazos abiertos y sin que se le escapase un grito, casi como un suicido planificado y esperado. En un pestañear, el hombre que caía en picada, planeaba por las corrientes de aire y se elevaba.
Catriel voló y de pronto sintió curiosidad y se dirigió a Buenos Aires, a ver sus viejos conocidos y saber de ellos. Cuando al fin llegó, se posó sobre la ventana de la casa de Carlos, su mejor amigo y al verlo abrió sus alas en señal de abrazo. Carlos, casi sin vacilar descargó tres disparos sobre el enorme animal que lo quería atacar desde la ventana de su casa


• El ñaco es una harina que se fabrica con trigo, cebada o maíz previamente tostado, utilizada como alimento en Chile, sur de Mendoza y la Patagonia.
• Un lonco (< mapudungun longko, "cabeza") es el jefe de una comunidad mapuche

2 comentarios:

  1. muy bueno ¡ que imaginación!vole junto a Catriel mientras lo leía. Claudia

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  2. Excelente historia Rama!!!!

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