Taller de Producción y Comprensión de Textos II
La calificación
de los distintos grupos sociales es algo común a lo largo de la historia y aún
en la actualidad se sigue caracterizando a las personas, ya sea por factores
económicos, sociales o políticos. En este caso me situaré en la relación de
antagonismo desarrollada en las manifestaciones de “indignados” en Wall Street
con respecto a los magnates comerciales que catalogaban de salvajes retrógrados
a los manifestantes:
Llegué al
Central Park de Nueva York donde poco a poco se iba agolpando la gente con
banderas y carteles. Me sorprendía ver semejante movilización en el epicentro
del comercio mundial. Una vez consolidado el grupo que íbamos a llevar la
marcha, comenzamos a movernos en dirección adonde estaban instaladas las sedes
de las diferentes empresas multinacionales. En los diarios del día, las tapas
reflejaban la postura del poder económico, tanto el Washington Post como el
Daily News caracterizaban a la movilización como un grupo de salvajes con ánimo
de sembrar el caos en la “tranquila ciudad”.
A medida que me
adentré en la principal calle se observaba una notoria disparidad, por un
sector gente luchando por conseguir puestos laborales o un plan médico público,
ya que en aquel país sólo los que tiene poder económico puede acceder a la
salud. Por otra parte desde los palcos de los rascacielos se veía gente de la
burguesía comiendo y bebiendo, pero sobre todo advirtiendo con cierta gracia y
humor la marcha que se estaba llevando a cabo en las calles.
Viendo esa
ecuación tan opuesta comencé a reflexionar acerca de quienes eran los
verdaderos salvajes, los bárbaros que se manifestaban por un cambio social o
los burgueses que se divertían con la marcha, siendo éste último grupo quienes
llevaron el mundo a un momento caótico de la historia: contaminando, explotando
seres humanos, agotando los recursos naturales. El verdadero bárbaro destructor
en definitiva es quien prosigue con la destrucción del mundo.
En conclusión
¿quiénes eran los bárbaros?
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