miércoles, 28 de noviembre de 2012

Un inminente deja vu

Narella Arnais Báez
Taller de  Comprensión y Producción  de Textos ll


Ayer lo vi sentado junto a la ventana y me partió el corazón verlo así. Mi padre, un tipo de cuarenta años, tiene el aspecto de un hombre de ochenta. Es terrible levantarse todas las mañanas y observar la imagen de una persona en ese estado.
En parte es por su adicción al alcohol que se ve tan deteriorado. La verdad es que eso me preocupa pero más lo hace la ausencia de mi madre, que se fue hace unas semanas porque no soportó más la situación en la que vivimos.
Desde que ella no está en casa he dejado la escuela. Debido a mis problemas de conducta, la maestra habló con mi padre y le pidió que hiciera algo por mí, porque no hago los deberes, perturbo en clase y peleo con mis compañeros. Pero ella no sabe por lo que estamos pasando y lo feo que se siente estar en mi lugar, vivir en medio de la pobreza, con mi familia ahora separada porque cuando mi mamá nos dejó, se llevó consigo a mi hermanita de ocho años. Y para colmo, tener un padre alcohólico y sin trabajo.
Lo cierto es que dentro de poco cumplo once años y lo que más deseo en el mundo es que estemos todos juntos para poder celebrarlo. Celebrar como lo entendemos nosotros, por supuesto: sin torta, ni música ni regalos, como para siempre en Navidad y año nuevo, por ejemplo, porque no tenemos nada. Pero como siempre, tratándole de poner un poco de alegría y eso es lo que nos mantiene en pie. Sino, no tendríamos ninguna razón para seguir.
Lamentablemente todos los días nos despertamos sabiendo con lo que nos vamos a encontrar, con que estamos perdidos en la miseria y no hay nadie que nos salve o se preocupe por nosotros. Igual tengo la esperanza que eso algún día ocurra y yo pueda disfrutar de una vez por todas lo que es ser niño, porque eso la verdad nunca lo viví debido a mis preocupaciones por la familia. Quiero saber lo que es tener un juguete y alguien con quien compartirlo y una familia que me dé todo el amor que nunca recibí.
Y así son todos los días. Es como un deja vu en el que estoy metido constantemente.

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