miércoles, 28 de noviembre de 2012

La justicia injusta

Diego Cisternas

Taller de Comprensión y Producción de Textos II

Los videojuegos, los dibujos animados, los cómics y revistas, las películas y las series (cada una con sus merchandising correspondiente) inculcan durante la infancia de cualquier niño, la figura del superhéroe: aquel extraordinario ser poderoso e invencible capaz de hacer el bien por la humanidad. Sus objetivos: luchar con el mal y su villana y macabra persona. También están aquellos héroes encargados de lograr el bien para aquellos que lo necesitan.
Distintas características y funcionalidades para cada superhéroe con el que convive un infante. Hasta tal punto se llega que hasta un ser humano común cobra tal magnitud vaya uno a saber por qué: la figura paterna.
Lo que me compete a escribir este relato no es la figura del superhéroe sino la del héroe: aquel ser humano que no es invencible y sin embargo puede caer y con valentía, coraje, sumergido en valores de lucha pelea por la igualdad, la justicia y la verdad. Es egoísta y a la vez colectivo: piensa en sus casos pero con la idea de que sirva como ejemplo de que le puede suceder a cualquiera.
Es por ello, que pondero a una persona nacida y criada en el sur argentino, más precisamente en la capital de la Provincia de Santa Cruz, Río Gallegos. Su nombre es Teresa y hace aproximadamente cinco años y medio que vive en una constante lucha frente a un gran sistema burocrático, el poder más severo de todos: La Justicia. ¿Cómo enfrente a tal cuando ésta está viciada y no deja de ser corrupta? Llena de esperanzas y fuerzas tal vez, aunque podrás verla sufrida nunca se la verá caer.
Junto a su esposo Roberto, fueron víctimas de un siniestro poder judicial que protegiendo apellidos y familias de poder, se arremetió así la vida de esta pequeña y gran familia que hoy logra unirse para ser más fuerte.
Allá por fines del 2007, el esposo de Teresa, Roberto Subirá siendo profesor de música, fue acusado por un grupo de 5 padres del jardín en el cual trabajaba. La acusación no fue para nada simple, se encargaron de denunciarlo de abusar a varios menores de su sala de niños de 2 y 3 años.
Esta denuncia dio pie a que Roberto sea juzgado y condenado de antemano al proceso judicial, violando así una de las leyes más importantes de la Constitución Nacional de la República Argentina. Fue sometido a un nefasto proceso que lo mantuvo durante cinco años a la espera de una debida resolución de la causa, la cual desde principio a fin no contó con más pruebas para imputarlo que los testimonios de los cinco padres denunciantes.
Las psicólogas encargadas de las Cámaras Gesell, donde se examinan los comportamientos testimonios  y exámenes físicos de los niños, fueron totalmente irregulares y parciales ya que varias de ellas eran terapeutas privadas y funcionales a las familias denunciantes (Los testimonios de los niños ninguno menciona al abuso del profesor de música). Al igual, que abogados, jueces y fiscales quienes contaban con una relación directa e indirecta con las familias que iniciaron la causa. Claro está que una vez iniciado el juicio dar marcha atrás frente a las pocas pruebas de la acusación les iba a jugar en contra.
Sin embargo, todo siguió su marcha y los testimonios claves del juicio oral que eran testigos directos del personal, directivos y profesores del jardín involucrado, que explicaron que la semejante acusación era imposible de realizarse en la sala de música ya que es un ambiente totalmente vidriado con cortinas a media ventana y con acceso libre a cinco espacios compartidos del maternal (entre ellos, sala de 3 años, gimnasio deportivo, cocina del personal de limpieza) éstos fueron totalmente desestimados.
Así fue que se fijó una condena nunca antes vista: 19 años de prisión. Preso Roberto hace ya cinco meses, la lucha de Teresa Coronel y toda la familia no claudica. Para mencionar los menores involucrados de este lado de la causa, las hijas de Roberto y Teresa, de 5 y 10 años uno pregunta ¿Cómo soportar semejante dolor de ver a tu padre tras las rejas por una causa que de inicio a fin no contó con pruebas contundentes? ¿Cómo hace frente esta madre con todos los familiares frente no sólo al poder judicial sino también el mediático que reproduce lo que éste juzga? Estas dos niñas tienen que soportar ver un padre en una celda, cumpliendo un régimen de visitas, cuando claro está que lo atravesó un juicio totalmente parcial, viciado y corrupto.
La lucha constante de justicia y verdad, que hoy ya cuenta con el apoyo de más de 500 ciudadanos firmantes, abogados prestigiosos a nivel nacional, aval de la Secretaría de Derechos Humanos, medios de difusión de abogacía a nivel internacional, transforma a esta verdadera luchadora en un héroe.
Héroe y heroína por que ante el avasallamiento de este gran poder corrupto no dio marcha atrás. Lucho con valentía y esperanzas por la verdad, protegiendo a sus dos hijas vulnerables al sufrimiento. Semana tras semana familiares, amigos y vecinos que apoyan la causa de “Justicia x Roberto Subirá” se reúnen en una caravana que transita por las calles de la ciudad sureña exclamando en cada sonar de bocina VERDAD Y JUSTICIA. Con fortaleza y pasión por esos ideales, Teresa es la persona que hoy le hace frente a la corrupción judicial presente durante décadas con al apoyo de centenares de ciudadanos. En cada discurso levanta la bandera blanca que dice JUSTICIA.

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