Taller de Comprensión y
Producción de Textos II
Los
videojuegos, los dibujos animados, los cómics y revistas, las películas y las
series (cada una con sus merchandising correspondiente) inculcan durante la
infancia de cualquier niño, la figura del superhéroe: aquel extraordinario ser
poderoso e invencible capaz de hacer el bien por la humanidad. Sus objetivos:
luchar con el mal y su villana y macabra persona. También están aquellos héroes
encargados de lograr el bien para aquellos que lo necesitan.
Distintas
características y funcionalidades para cada superhéroe con el que convive un
infante. Hasta tal punto se llega que hasta un ser humano común cobra tal
magnitud vaya uno a saber por qué: la figura paterna.
Lo
que me compete a escribir este relato no es la figura del superhéroe sino la
del héroe: aquel ser humano que no es invencible y sin embargo puede caer y con
valentía, coraje, sumergido en valores de lucha pelea por la igualdad, la
justicia y la verdad. Es egoísta y a la vez colectivo: piensa en sus casos pero
con la idea de que sirva como ejemplo de que le puede suceder a cualquiera.
Es
por ello, que pondero a una persona nacida y criada en el sur argentino, más
precisamente en la capital de la Provincia de Santa Cruz, Río Gallegos. Su
nombre es Teresa y hace aproximadamente cinco años y medio que vive en una
constante lucha frente a un gran sistema burocrático, el poder más severo de
todos: La Justicia. ¿Cómo enfrente a tal cuando ésta está viciada y no deja de
ser corrupta? Llena de esperanzas y fuerzas tal vez, aunque podrás verla
sufrida nunca se la verá caer.
Junto
a su esposo Roberto, fueron víctimas de un siniestro poder judicial que
protegiendo apellidos y familias de poder, se arremetió así la vida de esta
pequeña y gran familia que hoy logra unirse para ser más fuerte.
Allá
por fines del 2007, el esposo de Teresa, Roberto Subirá siendo profesor de
música, fue acusado por un grupo de 5 padres del jardín en el cual trabajaba.
La acusación no fue para nada simple, se encargaron de denunciarlo de abusar a
varios menores de su sala de niños de 2 y 3 años.
Esta
denuncia dio pie a que Roberto sea juzgado y condenado de antemano al proceso
judicial, violando así una de las leyes más importantes de la Constitución
Nacional de la República Argentina. Fue sometido a un nefasto proceso que lo
mantuvo durante cinco años a la espera de una debida resolución de la causa, la
cual desde principio a fin no contó con más pruebas para imputarlo que los
testimonios de los cinco padres denunciantes.
Las
psicólogas encargadas de las Cámaras Gesell, donde se examinan los
comportamientos testimonios y exámenes
físicos de los niños, fueron totalmente irregulares y parciales ya que varias
de ellas eran terapeutas privadas y funcionales a las familias denunciantes (Los
testimonios de los niños ninguno menciona al abuso del profesor de música). Al
igual, que abogados, jueces y fiscales quienes contaban con una relación
directa e indirecta con las familias que iniciaron la causa. Claro está que una
vez iniciado el juicio dar marcha atrás frente a las pocas pruebas de la
acusación les iba a jugar en contra.
Sin
embargo, todo siguió su marcha y los testimonios claves del juicio oral que
eran testigos directos del personal, directivos y profesores del jardín
involucrado, que explicaron que la semejante acusación era imposible de
realizarse en la sala de música ya que es un ambiente totalmente vidriado con
cortinas a media ventana y con acceso libre a cinco espacios compartidos del
maternal (entre ellos, sala de 3 años, gimnasio deportivo, cocina del personal
de limpieza) éstos fueron totalmente desestimados.
Así
fue que se fijó una condena nunca antes vista: 19 años de prisión. Preso
Roberto hace ya cinco meses, la lucha de Teresa Coronel y toda la familia no
claudica. Para mencionar los menores involucrados de este lado de la causa, las
hijas de Roberto y Teresa, de 5 y 10 años uno pregunta ¿Cómo soportar semejante
dolor de ver a tu padre tras las rejas por una causa que de inicio a fin no
contó con pruebas contundentes? ¿Cómo hace frente esta madre con todos los
familiares frente no sólo al poder judicial sino también el mediático que
reproduce lo que éste juzga? Estas dos niñas tienen que soportar ver un padre
en una celda, cumpliendo un régimen de visitas, cuando claro está que lo
atravesó un juicio totalmente parcial, viciado y corrupto.
La
lucha constante de justicia y verdad, que hoy ya cuenta con el apoyo de más de
500 ciudadanos firmantes, abogados prestigiosos a nivel nacional, aval de la
Secretaría de Derechos Humanos, medios de difusión de abogacía a nivel
internacional, transforma a esta verdadera luchadora en un héroe.
Héroe
y heroína por que ante el avasallamiento de este gran poder corrupto no dio
marcha atrás. Lucho con valentía y esperanzas por la verdad, protegiendo a sus
dos hijas vulnerables al sufrimiento. Semana tras semana familiares, amigos y
vecinos que apoyan la causa de “Justicia x Roberto Subirá” se reúnen en una
caravana que transita por las calles de la ciudad sureña exclamando en cada
sonar de bocina VERDAD Y JUSTICIA. Con fortaleza y pasión por esos ideales,
Teresa es la persona que hoy le hace frente a la corrupción judicial presente
durante décadas con al apoyo de centenares de ciudadanos. En cada discurso
levanta la bandera blanca que dice JUSTICIA.
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