Laura Ontiveros
Taller de Comprensión y Producción de Textos II
El camino de la costumbre, y el medio de reclamar nuestros derechos nos ha llevado a trabajar de doce a dieciséis horas diarias, a cobrar salarios ínfimos si es que los cobramos.
Nuestras demandas no son dormir en cama de oro y comer caviar todos los días. Lo que estamos reclamando es higiene. Condiciones HUMANAS de trabajo. Salarios justos que paguen el trabajo que hacemos ¡¡Botiquines con instrucciones en castellano!! Descanso dominical. Comida sana y variada. RESPETO. Aquel respeto que todo trabajador digno merece.
Estamos cansados de que nos exploten y no recibir un salario justo. Estamos agotados de gastar nuestras energías y alimentarnos todos los días con fideos y papas. De dormir apretados. De enfermarnos por el frío que traspasa las paredes. Estamos cansados porque no descansamos, porque somos tratados como animales laburantes ¡Ni siquiera un perro o un caballo es tan humillado, maltratado y explotado como lo somos nosotros! No es justo que los patrones llenen sus panzas y sus bolsillos con el trabajo de nuestras manos y que nosotros no recibamos nada a cambio.
Somos nosotros los que hacemos el trabajo duro, somos nosotros la base de la pirámide laboral, y una pirámide sin base se cae. Es el momento de que nos hagamos escuchar, que sepan que no vamos a soportar más esta situación y que si no hay una respuesta a nuestros reclamos, su sistema económico se va a desmoronar. Porque ya no queremos ser la base oprimida y explotada, porque tenemos derechos y necesidades y queremos que se cumplan.
Hagamos una huelga que simbolice nuestra disconformidad, que materialice nuestras palabras y reclamos, y que les demuestre a los de arriba, que si nosotros no trabajamos, el pan también va a faltar en su mesa. Que sin nosotros, ellos no son nada.
Regalo
Hace 2 semanas
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