miércoles, 16 de junio de 2010

Chupetines y cigarrillos

Por Mariana Sidoti
Taller de Comprensión y Producción de Textos I
Año 2010


No era agradable verlo pasar. Siempre con un chupetín en la mano y con un cigarrillo en la otra, con esa mirada triste de quien esconde algo. Siempre le compraba sus artesanías, eran sumamente originales. A diferencia de objetos caros y vulgares, las cartas, vasos y pequeñas manufacturas hechos con deshechos plásticos, de papel o de madera tenían una belleza fuera de lo común.
Un día, lo vi corriendo, como escapando de algo. Lo invité a mi casa a tomar agua, la pregunté por qué corría y no me contestó. Fui a la cocina, le preparé un jugo con unas galletitas y cuando se las serví se puso muy contento. El pequeño, en veinte minutos se comió y tomó todo.
Me confesó que vivía con su padrastro, quien lo maltrataba y lo obligaba a fabricar sus artesanías para que las vendiera con un precio más alto de lo que valían en realidad. También me contó que jamás había conocido a su padre y que el año pasado, a sus nueve años, su madre había muerto. Por eso vivía con Miguel.
Yo lo miraba con mucha lástima. De pronto sentí que alguien tiró abajo la puerta de mi casa. Era Miguel, que buscaba a su pequeño. Me lanzó los insultos más horribles y luego de tomar al niño de un brazo, lo arrastró hacia afuera.
Por una semana el pequeño artesano, del cual no sabía ni su nombre, no apareció. Desconocía dónde vivía y por eso no podía ir a buscarlo.
Tiempo después lo vi llegar a la puerta de mi casa, con un chupetín en la mano y un cigarrillo en la otra. Lo hice pasar y me contó que había escapado de su casa y no sabía a donde ir. Miré con atención su cuello y brazos. Observé impresionada los oscuros moretones. Cuando le ofrecí quedarse a dormir, el aceptó sin dudar. En ese preciso momento supe lo que tenía que hacer.
Mientras Julián estaba en la cama, fui a la comisaría. A la semana, Miguel estaba preso y el pequeño de once años se vino a vivir conmigo. Jamás volvería a la calle a vender artesanías para sobrevivir.

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