Por Matías González
Taller de Comprensión y Producción de Textos I
Año 2010
En la ciudad de
Una calurosa madrugada de verano tres de los jóvenes no podían dormir. Tras escuchar fuertes ruidos en el medidor decidieron ir a investigar de que se trataba. Al tratar de abrir la puerta se escuchó un fuerte grito, los pequeños se asustaron y corrieron hasta donde estaban los otros. A la mañana siguiente le contaron de lo sucedido a los otros dos chicos.
Dos días después, al haber juntado valor y hurtado una barreta, los cinco rateritos decidieron inspeccionar el cubículo. Al llegar al medidor lo abrieron rápidamente, y allí sucedió lo que menos esperaban, apareció un espectro. Los niños quedaron muy asombrados, pero no del fantasma, sino de sus zapatillas, y decidieron sacárselas. Éste, muy asustado por esto, les contó que antes el delinquía y que en un asalto a un kiosco había recibido un tiro en la cabeza, y que nunca se había ido al cielo. Les explicó que a las personas que hacían cosas malas en la tierra Dios no las dejaba subir al cielo.
Tras la historia del espectro, los jovencitos decidieron cambiar de vida. No robaron más a la gente, comenzaron a trabajar de limpia autos en la calle. Esa misma tarde que empezaron con el empleo el fantasma los visitó y les dijo que gracias a sus palabras, y que ellos lo habían escuchado Dios decidió perdonarle todas las cosas que había hecho mal en el pasado, y lo llevaría al cielo con él. Y así, el perdonado ladrón, y los niños pudieron comenzar una etapa mejor en sus vidas.
asquerosamente fascista!
ResponderEliminarquizás a vos también "te perdone dios".
no creo que sea una buena elección la historia de los pibes que le quieren afanar a un fantasma y por el consejo de este deciden trabajar, como si la indigencia fuera cuestión de elecciones.