El futuro en 30 años

Por Luciana Gardinetti

Taller de Comprensión y Producción de Textos I

Año 2010

Un mar de frivolidad inunda los rincones del mundo. El hombre ya no es solo un hombre, un simple hombre, sino, también, una máquina. Una máquina de inventar y de producir dinero. La producción de sentidos pasa a un segundo plano, perdiendo la lucha.

La imaginación se esconde y se vuelve susceptible al crecimiento humano, al igual que la pluma, la tinta y el papel. Y esa idea que tenemos de poder cambiar se esfuma entre signos arbitrarios, se carga de ambiciones.

Lo más irreal de este mundo es él mismo. Es que no perdimos aquello que nos oxigena, pero, en verdad, tampoco encontramos lo que realmente anhelamos. Una inmensa carga de avaricia, en cada uno de nosotros, nos enceguece, nos destruye.

¿Qué nos pasa? La tierra se venga, aunque no muchos lo crean y quieran taparlo con un mundo artificial.

Pero todavía hay quienes quieren volver. Somos pocos, y nos está alcanzando la corriente de la masividad; sin embargo, nos mantenemos alejados del nuevo estilo. Un estilo que nosotros, nadie más que nosotros mismos, comenzamos a construir 30 años atrás.