lunes, 7 de junio de 2010

Continuación de “El veintiséis” de Juan Sasturain

Por María Mercedes Galera

Taller de Comprensión y Producción de Textos II

Año2010

(…) Hubo un momento de silencio en el cual la mirada de los dos hombres se perdió en la nada. La criolla siguió cebando mate, y se quemó la mano gracias al sobresalto que le provocó Beruti cuando soltó una fuerte carcajada, casi ridícula.

French no se sorprendió en lo absoluto y con una mirada recriminatoria a su compañero, se acercó a ayudar a la nerviosa mujer de trenzas.

-Vos reíte, pero el que tiene que tratar con el tendero soy yo- dijo, mientras le observaba la mano a la muchacha.

-Por supuesto, yo no tengo paciencia para los oportunistas- contestó Beruti, aún con tono burlón.

-Ningún hombre digno la tiene. Pero bueno, no nos va a dejar en paz hasta cobrar su deuda, la patria le importa poco y nada. ¿De qué te reías igual?

Se produjo un nuevo silencio. Beruti parecía estar ensimismado con su mirada clavada en una de las tantas manchas que tenía French en sus calzas.

Este último se cansó de las evasiones de su amigo y concluyó en que esa conversación era completamente inútil. Para reanudar la charla y los mates volvió a hablar de Felicitas, de Remedios y de Mariquita.

-Así que quería una cinta que le combinara con el vestido…- dijo French, que ante la conocida no respuesta agregó – Mariquita digo.

-¡Qué curiosas las mujeres! Están en todo - contestó Beruti al fin – En medio del nacimiento de la patria se preocupan por verse bien… no me extraña que seamos los hombres quienes nos ocupemos de estos temas.

Beruti se levantó de su silla, se estiró y se quedó quieto mirando a su acompañante. La criolla, que seguía sentada con ellos, se dedicó a emanar aires de desprecio hacia los dos caballeros.

-No quise ofender…son sólo pavadas- dijo French a la joven.

-En realidad, no le importa si te ofendió o no te ofendió- agregó Beruti dirigiéndose a la criolla. Continuó cuando vio que French tenía el orgullo herido- A nadie le importa. De eso me reía mi Querido amigo, en medio de una naciente patria, las mujeres quieren combinarse y los hombres quieren ahorrar dinero, y mientras tanto nosotros.

-Nosotros gritamos viva la patria, aunque creo que esto así no va a andar – dijo French interrumpiéndolo.

Dejaron de hablar y dejaron de tomar mate, que no estaba frío, estaba helado.

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